T h a n k s



Mis ojos están secos, ya no lloran, pero quiero desahogarme de este peso que me controla. Y quizás sea verdad, ya no sé qué creer, quizá el amor no exista y me pregunto por qué creí en él. Las promesas son mentiras, el silencio te escucha, el tiempo nos olvida, la vida es una continua lucha. El paisaje cambia porque no puedo pintarlo yo; si sigo aquí es porque tengo un contrato con Dios. Mis heridas no se sanan, pero sí se hacen más grandes. ¡Tú no me entiendes, cállate, mírame, dime que sientes! Tú decides si quieres olvidarme o vivir con eso. Confieso que no sigo siendo aquel aunque lo intento. Te juro que pensé que tú podías ser mi vida y no quiero pensar que me equivoqué como la mayoría. y sé que mereces mucho más, quizás me sienta así por nunca sabértelo dar. Se empieza por perder la ilusión y luego la magia, después va la esperanza hasta que ya no queda nada; ¡Solo rabia, odio! Todo esto porque se acaba. Sientes como la poca luz que queda se apaga.

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