En el silencio de mi habitación aún siento el murmullo de tu voz,
lastimándome como un dulce adiós, dejándome vacío el corazón. Casi no duermo,
ya he vuelto a fumar, dada recuerdo
es una lágrima. No sé cómo hacer, para estar de pie, siempre me digo que es la
última vez y vuelvo a caer, cuando pienso en ti.
No soy nada sin ti.
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